J.JIMÉNEZ/F.RAMOS
Un delincuente habitual que hace algunos días estaba siendo
examinado por un forense en los juzgados de Palma le robó el
teléfono móvil al médico y se lo introdujo en el ano, para
ocultarlo.
Mario R.C., de 37 años y con numerosos antecedentes, fue detenido por efectivos del MIP-D del Cuerpo Nacional de Policía acusado de quince «tirones» a señoras de edad. Las mujeres asaltadas paseaban por las calles Joan Maragall, Manuel Azaña, Reyes Católicos, Manacor y Aragón, y algunas de ellas, de edades comprendidas entre los 60 y 80 años, sufrieron lesiones de gravedad tras ser arrojadas contra el suelo. La investigación para localizar al principal sospechoso fue compleja y finalmente, cuando fue apresado, una dotación lo trasladó a las dependencias forenses del juzgado, para la revisión habitual.
Mario R., que debía sospechar que el juez lo dejaría en libertad, aprovechó un descuido del médico para arrebatarle el móvil, de pequeño tamaño, que se introdujo por completo en el ano. El médico, al detectar el hurto, llamó a los policías, que desnudaron al principal candidato del robo y no encontraron ni rastro del móvil. Sin embargo, una inspección más minuciosa lo delató: la antena sobresalía de su agujero anal.