Mohamed Abdeoaim, el marroquí acusado de quemar a una mujer llamada Ana Torres en una vivienda de es Rafal, sostuvo ayer ante el jurado popular que se trató de un accidente. Sin embargo, la declaración de un vecino, que dijo que la víctima le manifestó textualmente ¿por qué me ha hecho esto?, puede desacreditar su versión.
El marroquí, de 50 años, se enfrenta a una petición de 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, que solicita la fiscal Rosario García, y las abogadas Aina García, en nombre de la familia de la víctima, y Francisca Arrom, que representa al Lobby de Dones. Al acusado le defiende el letrado Damián Mercadal, que tiene la difícil misión de demostrar que se trató de un accidente.
Este suceso ocurrió el 8 de enero del pasado año en un taller de marroquinería situado en la calle Josep Zaforteza Musoles. La víctima, según el acusado, mantenía con él una relación sentimental desde hacía once años. El marroquí contó que esa mañana fue a buscar a la mujer, de 29 años, a su lugar de trabajo y ambos fueron a su taller. Explicó que la mujer tenía problemas con el juego (aunque la familia de ella lo niega) y que discutió con Ana porque «me había robado dinero».