Li Zouliang, el asiático que el pasado sábado apuñaló y causó la muerte a su hermano menor en una vivienda de la calle Socorro, en Palma, afirmó ayer al juez que actuó en legítima defensa. El juez Antoni Garcías, del Juzgado de Instrucción número 7 de Palma, ordenó ayer el ingreso en prisión del detenido, quien, según confirmaron fuentes policiales, los tres días que ha estado en los calabozos se los ha pasado llorando.
El detenido fue asistido, de oficio, por el abogado Joan Verger. En su declaración ante el juez contó que el sábado por la mañana su hermano Bao Li llegó al domicilio de la calle Socorro y que le pareció que iba algo bebido. El hombre de 31 años encendió la música y comenzó a hacer ruido. En ese momento el detenido le llamó la atención a su hermano menor y, según su versión, la víctima inició una discusión. Li Zouliang mantuvo que actuó en legítima defensa porque su hermano primero le golpeó con la pata de una mesa y le alcanzó el hombro izquierdo.
Después agarró un pequeño cuchillo, con el mango de color rojo, e intentó apuñalarle. Sin embargo, el detenido mantiene que él se defendió, forcejeó con su hermano y en esta refriega la víctima se clavó el cuchillo en el abdomen y llegó a alcanzarle el corazón. El hombre aseguró también que fue él quien ayudó a su hermano a bajar las escaleras del edificio de la calle Socorro para pedir ayuda en la calle. Sin embargo, a los pocos segundos su hermano, cuya herida era mortal, perdió el conocimiento, cayó al suelo y a los pocos segundos falleció al desangrarse.
El detenido explicó también que su hermano llegó hace poco tiempo a Mallorca y que desde ese momento cambió de carácter. Según él, comenzó a beber más de la cuenta y tenía problemas con el alcohol. El asiático aclaró también que los tres menores que viven en este piso de la calle Socorro, que prestarán declaración como testigos, son sus hijos, y que la vivienda la compartía también con sus padres, que habían llegado hace poco de China.