Las predicciones se cumplieron y en muchos puntos de la Isla no sólo cayeron los 30 litros por metro cuadrado que habían anunciado los servicios meteorológicos, sino que se superaron o en casos como Palma casi cayó el doble. La zona donde se produjeron menos incidentes, según explicaron desde el Centro de Coordinación de Emergencias 112 fue la de Manacor, Artà y Portocolom, mientras que las que sufrieron las peores consecuencias fueron, además de Palma, Marratxí, la Colònia de Sant Jordi, Lloseta y Alcúdia, entre otras.
En la capital balear se recogieron por la mañana 55'4 litros por metro cuadrado. El problema, según explicaron desde el Centro meteorológico de Baleares «es que casi 35 litros cayeron en 15 minutos». El segundo municipio de Mallorca donde llovió más fue en Santanyí, con 40'5 litros por metro cuadrado, mientras que en sa Cabaneta el pluviómetro marcó 40 litros por metro cuadrado.
En Selva cayeron 10 litros menos y los niveles de lluvia en Lluc y Portocolom fueron de 28'6 y 21'9 litros por metro cuadrado, respectivamente. La lluvia causó inundaciones y hubo que achicar agua de comercios, plantas bajas, garajes y demás locales y provocó la indignación entre muchos de los vecinos de las zonas afectadas. A ello contribuyó también la falta de suministro eléctrico. Alrededor de 30.000 clientes de GESA, según indicó un portavoz de la compañía, sufrieron cortes de luz durante la mañana en toda Mallorca. El 90 por ciento de ellos en la zona de Palma. A las 14.00 horas eran 11.000 los abonados que no tenían luz, mientras que por la tarde se fue resolviendo el problema y sobre las 17.30 horas eran 1.000 los afectados.
En sa Colònia de Sant Jordi, la calle Marqués de Palmer llegó allevar medio metro de agua y los niños se metieron con los colchones. En Lloseta se cerró la avenida Es Cocó y en Alcúdia hubo problemas en la zona de Ciudad Blanca y en la carretera de Artà. Las rachas de viento fuero puntuales y no superaron los 50 kilómetros por hora.