J.M.SASTRE/G. PICÓ
Dos extranjeros de 55 y 63 años de edad murieron ayer por la mañana
ahogados en playas de Mallorca. El primero de los sucesos tuvo
lugar sobre las 11.00 horas en Cala Ferrera, Felanitx. Un monitor
de buceo alemán con más de 5.000 horas de experiencia fue rescatado
del agua inconsciente por una de las personas que nadaba junto a
él. Mientras un compañero lo intentaba reanimar en una embarcación
neumática, otras dos personas que estaban en el lugar fueron hasta
la playa con otra lancha neumática y pidieron a los socorristas que
los acompañasen.
Los dos vigilantes se subieron a la barca y acudieron hasta la otra embarcación, donde estaba la víctima. A pesar de que se le practicaron técnicas de reanimación durante bastantes minutos, no se pudo hacer nada para salvarle la vida. El cadáver de la víctima, cuya identidad es Peter Albert, fue trasladado hasta la orilla. Un juez de Manacor ordenó el levantamiento del cadáver. Uno de los amigos que buceaban con Peter Albert dijo que vio que se encontraba indispuesto cuando estaba a punto de llegar a la superficie. La Guardia Civil explicó que la víctima podría haber sufrido un infarto, aunque tampoco se descarta que hiciese una mala descompresión. La autopsia que se le practicará en las próximas horas esclarecerá las causas de la muerte.
El segundo de los sucesos tuvo lugar sobre las 11.45 horas en sa Calobra. Unos bañistas hallaron el cuerpo de un turista flotando en el agua y lo sacaron hasta la orilla. Minutos después una ambulancia del 061 se personó en el lugar de los hechos. Los sanitarios intentaron sin éxito reanimar a la víctima, de 63 años de edad, que fue identificada como Otasalo Jouko. Por otro lado, la intervención de un médico pudo salvar la vida a un niño alemán de unos siete años que sufrió síntomas de ahogamiento en la piscina de unos apartamentos de Portocolom.
Cuatro personas fallecen ahogadas en tres
días
Con las dos víctimas de ayer son cuatro las personas que han muerto
ahogadas en Mallorca en los últimos tres días. El sábado perdieron
la vida un hombre en una piscina de un chalet de Biniagual, en el
término municipal de Binissalem, y también un joven submarinista de
28 años en Porto Cristo, que quedó atrapado en el interior de una
cueva en la que se adentró solo.