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Tomeu Bauzá: «Estos dos años he pasado hambre y me han humillado»

El ex policía de Andratx localizado en Valencia se recupera en el municipio tras su regreso a la Isla el pasado lunes

El agente Antolín visitó ayer junto a sus hijos a Tomeu en el hostal. Foto: MICHELS.

MICHELS/G.P.
«Estoy bien, pero estos dos años que he pasado en Valencia han sido un fracaso total, he pasado vergüenza, he sido humillado y he pasado mucho hambre». Tomeu Bauzá ha visto como en las últimas 24 horas se le ha abierto una puerta a la esperanza y el guión de su vida ha cambiado. A lo largo del día de ayer fueron muchas las personas que se acercaron al hostal «Las Palmeras» del Port d'Andratx donde ha sido alojado unos días para animarle a seguir adelante y olvidar el calvario por el que ha pasado. Los servicios sociales del municipio dispondrán en los próximos días para Tomeu Bauzá, natural de s'Arracó y que fue durante 23 años policía local de Andratx, de una plaza en un centro de acogida. Hace poco tiempo tenía una casa en s'Arracó y un chalet en Sant Elm. Sin embargo, «todo ha desaparecido» y únicamente le queda «un pequeño trozo de tierra en s'Arracó».

Hace unos años le dieron la baja por invalidez ya que sufría una enfermedad degenerativa. Encontró a una persona que había servido a sus padres y que también estaba dispuesta a hacerse cargo de él. Era María José, un travesti que «durante un año y medio creí que era una mujer y me estuvo engañando». Tomeu tenía muchos problemas para que alguien le ayudase por las noches. Con «la mejor voluntad del mundo» le dijo a María José que si le «servía le dejaría todas sus pertenencias». Llegó un día que María José propuso a Tomeu ir un mes a Valencia donde le serviría las 24 horas del día. Aceptó, y en ese momento comenzó lo que ha sido una «auténtica pesadilla». «Hambre, vergüenza y humillado». Así se sintió a diario durante los últimos dos años en los que ha estado prácticamente abandonado e incluso se llegó a decir que había muerto. Hace aproximadamente un mes su madre falleció y al no saber de su paradero se creyó en el municipio que había muerto.

Explica con cara de circunstancias que le obligaron «a vender sus dos casas». Una de ellas, dice, por unos 30 millones de pesetas y otra por unos 15 millones de pesetas. Lo peor del caso es que «del dinero no se sabe nada». Ahora solo le queda «la jubilación». En Valencia, María José, la persona que dijo que le cuidaría, le quitó el DNI y la libreta, con la que iba a cobrar su pensión. Si su movilidad ya era reducida debido a su edad, tiene unos sesenta años, y a su enfermedad, que le obliga a ir en silla de ruedas, no tenía la posibilidad de escapar a ningún sitio ni poder sacar dinero. Para tenerlo más 'controlado', María José lo encerraba con llave por fuera en su habitación. Algunas veces era un día; otras, dos; otras, tres e incluso llegó a estar en diversas ocasiones encerrado sin comer durante más de una semana.

Cuando María José se acordaba de él, explicó ayer por la mañana a este periódico sin «ningún miedo ni vergüenza para decir lo que ha pasado», le abría la puerta y le daba «un vaso de agua con un trozo de pan». «Otras veces era más generosa y me daba algo de comer, pero en pésimas condiciones» Poco a poco pasó el tiempo hasta que un día que pudo bajar a la calle entró en un bar de Valencia y pidió algo de comer. La mujer que estaba detrás de la barra, por circunstancias de la vida, resultó que también era de s'Arracó y aquella cara le resultó conocida. Después de hacer memoria se acordó de que aquel hombre había sido policía local de Andratx.

Joan Ensenyat, oficial de la Policía Local del municipio destacó ayer que la función «no sólo de la Policía Local de Andratx, sino de todas las policías, es la de ayudar a los ciudadanos, y si además se trata de un ex compañero, la cosa está todavía más clara porque hay un punto de sensibilidad». Tal vez Tomeu Bauzá, durante sus años de policía, ayudó a la propietaria del bar de Valencia, quien informó de las condiciones en las que se encontraba a la Policía Local de Andratx. La media de edad de la plantilla de la Policía del municipio es bastante joven. Fueron los veteranos los que tuvieron que explicar a los nuevos agentes quién era Tomeu Bauzá. Precisamente el primer servicio de noche que realizó el oficial Joan Ensenyat fue con Tomeu Bauzá. Ayer recordaba que «fue una noche extraordinaria en la que apenas hubo problemas».

Hace días, los agentes empezaron a mover los hilos. «Tengo que darles las gracias a todos, pero especialmente a Antolín, que se ha portado de maravilla conmigo y le debo la vida», explicó ayer Tomeu Bauzá en la cama del hostal del Port d'Andratx. Desde Andratx, los agentes se pusieron en contacto con los compañeros de Valencia. Explicaron a quién buscaban y poco después se supo que estaba en la ciudad. En ese momento su vida empezaba a dar un giro. Se iniciaron los trámites para que pudiese regresar a la Isla. También se informó a los servicios sociales del Ajuntament de Andratx de la situación del vecino. Desde el Consistorio se actuó con rapidez y se le encontró alojamiento en el hostal «Las Palmeras» que «son unas personas extraordinarias», manifestó Bauzá.

El lunes llegó al aeropuerto de Son Sant Joan. Allí le esperaba su hijo y Antolín, que ayer lo visitó con los niños al hostal. La historia de Tomeu Bauzá era uno de los temas más comentados ayer en Andratx, s'Arracó y sant Elm. Muchos de los vecinos se acordaron de él y lo definieron como una «persona sencilla, que se fiaba demasiado de la gente». De hecho era conocido como 'Tomeu de s'Arracó'. Esa confianza, explicaron algunos vecinos, hizo que Maria José se aprovechase de él. Tenía a los padres mayores y él tenía una enfermedad degenerativa. «La mujer que se encargó de asistirlo vio una víctima perfecta y se aprovechó de la situación, lo maltrató y le quitó todo lo que pudo». Afirma que sufrió «amenazas continuamente de Maria José» hasta que puso la casa de s'Arracó y el chalet de Sant Elm. Poco después fueron vendidos.

El hijo de Tomeu Bauzá acogió con satisfacción el que su padre haya regresado a la Isla. Las relaciones entre ambos no han sido buenas estos últimos años pero a partir de ahora se abre una nueva etapa. La prioridad de Tomeu Bauzá es «recuperarse cuanto antes». «He pasado mucho hambre y estoy débil, pero tengo ganas de mejorar poco a poco, porque creo que aquí me van a ayudar mucho» y tengo mi «pensión con la que podré salir adelante». De momento no habla de denunciar a María José, pero parece que estudiará la manera de reclamar el «daño padecido estos años en los que se han aprovechado de mi buena voluntad».

No obstante, de la buena voluntad también se acuerdan muchas personas del municipio. Ramon Pons, hijo de un policía que falleció hace unos años y que coincidió con Tomeu Bauzá en el Cuerpo, se ofreció para pagar el hostal donde está alojado, la comida «y lo que haga falta durante los días que haga falta, porque lo recuerdo como una buena persona». Al localizar a Bauzá en Valencia, el Ajuntament d'Andratx indicó que se hacía cargo de los gastos de su viaje hasta Mallorca, pero los agentes de la comisaría del municipio habían decidido hacer una colecta para pagar su traslado. No hizo falta pero esta posibilidad de recaudar dinero por si le hace falta sigue estando en la mente de todos los efectivos de la Policía Local. Varios vecinos y conocidos también le han hecho saber que «le pueden pedir lo que necesite».

Por el momento, una asistenta social se ha puesto en contacto con Tomeu Bauzá para llevar el caso. De momento se le busca desde el Consistorio una plaza en una residencia donde pueda ser atendido, aunque seguirá alojado en el hostal «Las Palmeras». Tomeu Bauzá leyó ayer un ejemplar de Ultima Hora en el que se informaba de su llegada al aeropuerto de Palma después de haber sido localizado en Valencia viviendo en condiciones «pésimas» y accedió a contar su historia. Explicó durante buena parte de la mañana sin ningún tipo de «miedo ni excusa» lo que había pasado estos dos años para que «la gente sepa que en los malos momentos hay gente que se pueda aprovechar de ti y hacértelo pasar muy mal».

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