El accidente, que motivó la muerte de tres personas, se produjo sobre las 14.50 horas de ayer en un tramo recto situado en el kilómetro 32.900 de la carretera entre Inca y Alcúdia. En el siniestro se vieron implicados un camión, con matrícula IB-8688-BM, que arrastraba un pesado trailer con su correspondiente carga, y tres turismos.
Fuentes de la Guardia Civil de Tráfico informaron ayer que el siniestro consistió en una colisión frontro-lateral. Según parece, un Ford Escort, con matrícula IB-9819-CW, que se dirigía en dirección a Palma, conducido por José Luis C.O., de 42 años, que resultó herido leve, invadió presuntamente el otro carril. En ese momento, en sentido contrario, circulaba un camión Volvo, con matrícula IB-8688-BM. El conductor, Guillermo Salleras Oliver, de 42 años, que iba acompañado de su hijo Javier, de sólo nueve años, tuvo que realizar una brusca maniobra. El camión perdió el control. El trailer, cargado con placas de escayola, se soltó y quedó volcado en mitad de la calzada, mientras que el camión salía despedido hacia la izquierda, daba una vuelta de campana, atravesaba un pequeño desnivel y se estrellaba en un solar situado junto a la carretera.
El camión quedó volcado y el conductor y su hijo murieron aplastados por el techo de la cabina. Por detrás venía un turismo BMW, IB-5993-BV. Lo conducía una mujer llamada Antonia Riera Pou, de 55 años. El coche colisionó contra el trailer. La mujer quedó atrapada en el vehículo, y fue rescatada por los bomberos del Consell Insular. Fue trasladada a Son Dureta, pero murió por las lesiones sufridas. El cuarto vehículo implicado en el accidente fue un Fiat Punto, IB-9504-DJ, conducido por un hombre de 43 años, Francisco S.S., que salió ileso.
Debido a que todos los palés con las placas de escayola que cargaba el camión se esparcieron por la vía, ello impidió la circulación por esta carretera. La vía quedó cerrada al tráfico durante casi tres horas, aunque la Guardia Civil de Tráfico y la Policía Local de Inca se encargaron de desviar los vehículos por otras rutas alternativas. Aún así, hubo un momento en que la cola de vehículos alcanzaba desde el lugar del accidente hasta la entrada a la localidad de Alcúdia. Una grúa se encargó de enderezar el remolque del camión. También levantó la cabina y la situó sobre el remolque para retirar los restos del vehículo accidentado. Después se limpió las placas de escayola y la carretera volvió a abrirse al tráfico. Un psicólogo, enviado por el 112, tuvo que prestar ayuda a la esposa y madre de los fallecidos al enterarse de la trágica noticia.