Una inesperada tormenta que en ocasiones llegó a superar en Palma los 54 litros por metro cuadrado provocó el caos en gran parte de la Isla. Al respecto, Agustí Jansà, director del Centro Metereoloógico de Balears, manifestó ayer a este perióico que en los últimos 50 años «nunca se había producido una tormenta de esta intensidad, en Palma y en el mes de julio».
Precisamente en Palma hubo árboles caidos, turismos atrapados por torrentes de agua, por ejemplo en el cruce de la estación de servicio de Son Moix con el Polígon de Son Valentí, también en la Avenida Argentina y en muchas otras calles de la ciudad.
En la Lonja fueron muchos los locales que quedaron inundados y las mismas consecuencias sufrieron plantas bajas y sótanos de distintos puntos de la ciudad. El fenómeno metereológico ocurrió de imprevisto y, como siempre, los expertos achacan las consecuencias en ocasiones drásticas a que cayeron muchos litros de agua en poco tiempo.