Un seísmo de 3'9 grados en la escala abierta de Richter sacudió ayer, domingo, el sur de Irán sin que hasta el momento se sepa si ha causado víctimas o daños de consideración, informó la agencia oficial de noticias iraní.
Este nuevo seísmo se produjo un día después de que un fuerte terremoto sembrara el sábado la tragedia en el norte de Irán, los equipos de rescate aún buscan ayer supervivientes entre toneladas de polvo y escombros, mientras se espera la llegada de la ayuda internacional y se reciben condolencias de los dirigentes de todo el mundo.
El ministerio iraní del Interior redujo ayer de forma drástica las cifras de la catástrofe ofrecidas el sábado por la agencia oficial de noticias local IRNA y por organizaciones internacionales, y cifró en 230 el número de víctimas mortales frente a las más de 550 anunciadas horas antes.
El temblor, que alcanzó una intensidad de seis grados en la escala abierta de Richter, afectó a ocho provincias del norte iraní y en menor medida a la capital, Teherán, donde se repitieron escenas de pánico entre la población tras las posteriores réplicas. Dotaciones de bomberos y excavadoras del Ejército reiniciaron a primera hora de la mañana de las labores de desescombro.