Los investigadores de la Policía Judicial creen que la disputa que degeneró en el disparo mortal se inició por una deuda que supuestamente Christian Leitch había contraído con el dueño del taller de Pollença.
La información de la Benemérita se fundamenta en las declaraciones tomadas a los tres empleados del negocio «Auto-Xapas», que presenciaron al menos parcialmente la llegada del alemán al local y la posterior pelea. Los agentes de la Policía Judicial registraron el Volkswagen Polo del fallecido y rastrearon el origen del revólver. Aunque la titularidad del arma no está claramente determinada, si se sabe que la víctima mortal no tenía licencia para llevarla. Christian Leitch, según comentaron algunos vecinos de Pollença, se había casado recientemente con una «pollensina», aunque residía en sa Pobla. Se dedicaba a la compra venta de coches y había tenidos negocios con Juan M.B., lo que motivó su enfrentamiento.