La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Balears ha confirmado la condena de 15 años de prisión para el autor del denominado crimen de Can Picafort. El acusado es José Antonio Espejo Martín, un individuo que era amigo de la víctima, Félix Lamela, y que le mató por una discusión por motivos económicos.
Espejo siempre ha negado los hechos y ha intentado convencer de que lo único que él hizo fue encontrar a la víctima tendida en el suelo. Este crimen se cometió en la noche del día 1 de octubre del año 2000. Félix y José Antonio vivían en el mismo edificio y esa noche decidieron salir juntos a tomar unas copas por Can Picafort. Estuvieron en varios bares y el jurado consideró probado que los dos individuos mantuvieron una discusión, en la que el acusado llegó a exhibir una navaja y hacer amagos de ataque con el arma. Sobre las 3.30 horas, los dos se marcharon juntos y al entrar en el edificio le asestó hasta un total de 30 puñaladas en el muslo derecho. Una de ellas le seccionó la arteria femoral y murió en Son Dureta por una hemorragia.
El acusado mantuvo siempre que él nunca se marchó junto a la víctima y que él no lo mató. Sin embargo, el jurado no le creyó. Hubo testigos que los vieron discutir y observaron cómo el acusado hacía amago de clavarle una navaja.
El TSJB ha analizado el caso a petición del abogado defensor, que consideró, en primer lugar, que no había pruebas para condenar al acusado, y por otra, pidió que se le condenara por homicidio y no por asesinato.