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La policía acusa de conducción temeraria al motorista que mató a un niño en Palma

Una multitud acudió ayer al cementerio de Bon Sosec para acompañar a la familia en el entierro

JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS
El motorista de 17 años detenido por la Policía Local de Palma por el atropello mortal de un niño de 4 en Son Gotleu quedó ayer en libertad, aunque está acusado de un delito de conducción temeraria con resultado de muerte.

La principal hipótesis policial sostiene que el miércoles por la tarde el motorista, que circulaba acompañado de otro menor, de 13 años, enfiló la calle San Vicente Ferrer a una velocidad excesiva. Esa circunstancia impidió que el piloto pudiera frenar a tiempo cuando de improviso Agustín S.S. irrumpió en la calzada, tras escaparse del familiar que le acompañaba. El atestado confeccionado por los agentes municipales indica que el ciclomotor arrastró durante cuarenta metros al niño, y cuando finalmente pudo detenerse, la víctima ya se encontraba en estado crítico y no llegó con vida al hospital de Son Llàtzer.

Los minutos siguientes en la calle San Vicente Ferrer fueron de angustia y tensión desbordada y el motorista parece ser que llegó a ser agredido por los familiares del niño, por lo que optó por darse a la fuga para evitar males mayores. A los pocos minutos el fugitivo se entregó a uno de los policías que había llegado al lugar y fue acompañado hasta un Punto de Asistencia Continuada (PAC) para que fuera atendido de sus lesiones. El otro menor que viajaba de «paquete» en la moto también resultó contusionado, pero está fuera de peligro.

El conductor fue trasladado en un coche patrulla hasta el cuartel de San Fernando, en donde prestó declaración sobre lo ocurrido. El muchacho explicó que no había podido frenar a tiempo porque el niño había irrumpido en la calzada de improviso y luego quedó en libertad por ser menor de edad. En otro orden de cosas, ayer se celebró al mediodía en el cementerio de Bon Sosec, en Marratxí, el entierro de Agustín S.S., al que asistió una multitud de familiares y amigos. En el tanatorio, como había ocurrido la tarde anterior cuando se produjo el accidente, se vivieron momentos de gran emoción. Los padres del menor fallecido, que son de etnia gitana, son vecinos de la barriada de Son Gotleu, donde se produjo el atropello, y ayer la triste noticia fue muy comentada entre los residentes, que explicaron que la integridad del motorista habría corrido peligro de no haber sido por la rápida actuación de la Policía Local.

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