Un niño de cinco años, nacido en Glasgow (Escocia), murió ayer ahogado en una de las dos piscinas del Hotel Santa Cecilia Club situado en la playa de Cala Marçal, en Portcolom. Los hechos ocurrieron poco después de las doce del mediodía y la abuela del niño tuvo que ser trasladada a una clínica de Palma, donde quedó ingresada por una fuerte crisis nerviosa.
La mujer y el niño habían llegado a la Isla la noche del pasado domingo y los padres del niño tenían que hacerlo ayer. A la hora señalada la abuela estaba con el pequeño en la sala de la recepción y parece que se despistó sólo unos minutos en cuanto a la vigilancia del niño. Este salió de la recepción, atravesó la calle y entró en el complejo que hay enfrente, donde también hay una piscina, donde se tiró o cayó. El caso es que los responsables del hotel han dicho que fue el conserje quién advirtió lo ocurrido. En el complejo había una dotación de servicios sanitarios que estaban efectuando revisiones médicas a los empleados.
Uno de los medicos atendió de inmediato al pequeño, que había sido ya sacado del agua, pero por desgracia nada pudo hacerse para salvarle la vida pese a las técnicas de reanimación que se le aplicaron. La abuela del menor sufrió entonces una fuerte crisis, de la que fue atendida y después su estado aconsejó su ingreso en una clínica. En el momento de ocurrir la desgracia no había nadie vigilando en la piscina. Responsables del hotel dijeron que tienen a una persona contratada para ello, pero que en el momento del accidente dicha persona se encontraba en el bar. Al tenerse conocimiento de lo ocurrido el 112 activó un plan de emergencia y acudieron al lugar agentes de la Policía Local de Felanitx, Guardia Civil y una Uvi móvil del servicio de emergencias del 061. El caso ha quedado sub judice y se ha hecho cargo el Juzgado de Instrucción número tres de Manacor.