La fiscalía de la ciudad de Guayaquil ha decidido acusar de un delito de narcotráfico a la mallorquina que fue detenida en diciembre en aquella ciudad ecuatoriana con un alijo de cocaína y que lleva desde entonces en prisión. El Código Penal del país sudamericano contempla penas de entre 8 y 16 años para las personas que trafican con sustancias estupefacientes, por lo que es de suponer que la acusación pública pedirá una condena severa para María Antonia Rodríguez.
Hasta hace algunos días la batalla legal planteada por el abogado defensor de la joven se centraba en demostrar que no era consciente de sus actos cuando fue arrestada con aquella cantidad de cocaína y que, por ende, era inimputable. Todos los esfuerzos del letrado fueron en esa dirección y pidió informes médicos y psicológicos que pudieran respaldar la mencionada disfunción mental de María Antonia. Ahora, sin embargo, la fiscalía ha anunciado su intención de procesar a la vecina de Son Gotleu por un delito de narcotráfico, sin tener en cuenta su estado psicológico ni otros posibles eximentes. La defensa ya tiene en marcha el recurso a esta decisión y en los próximos días o semanas deberá ser el juez de Guayaquil encargado del caso quién determine si María Antonia se puede sentar en el banquillo de los acusados o debe abandonar la cárcel porque su estado no le permite continuar entre rejas.
La joven mallorquina debe medicarse casi a diario, pero parece ser que ya recibe los envíos farmacéuticos sin problemas, después de una época en la que no podía suministrarse lo medicamentos por impedimentos burocráticos. Junto a ella, en el departamento masculino de la cárcel de Guayaquil, se encuentra su novio, que fue interceptado con ella en el aeropuerto internacional de Simón Bolívar. El estado de su caso no ha trascendido, por lo que todavía no se sabe si será acusado de los mismos cargos que la mallorquina, tal y como parece.
La familia de la vecina de Son Gotleu denunció que la joven había sido sacada del hospital psiquiátrico de Palma por su compañero, cuando se encontraba en un delicado estado. Días después la pareja fue sorprendida con más de un kilo de cocaína cuando regresaba a España, aunque los allegados de María Antonia aseguran que ella no sabía nada del alijo, algo que las autoridades ecuatorianas ponen en duda.