La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional envió ayer a prisión incondicional al mafioso italiano Giovanni Greco, que el pasado lunes se entregó de manera voluntaria en la Audiencia Nacional. Giovanni Greco tenía fijada su residencia en un chalet de Cala Llombards (Santanyí), donde están su esposa e hijos, y desapareció el 28 de agosto de 2000. Greco tiene que ser extraditado a Italia, país que le condenó a 25 años de prisión. Puesto que su extradición ya fue confirmada por el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y por el Tribunal Constitucional, ya sólo falta su entrega física.
La extradición fue autorizada por el Gobierno el 4 agosto de 2000. La prisión fue acordada ayer por la Sección Primera al haber dejado el 28 de julio de 2000 de realizar las comparecencias que tenía fijadas en un juzgado de Manacor y encontrarse en ignorado paradero. La extradición de Greco fue acordada por la Audiencia Nacional el 20 de octubre de 1998. Posteriormente, el 12 de junio de 2000 el Tribunal Constitucional confirmó la extradición siempre y cuando Italia se comprometiera a respetar el derecho de Greco a disfrutar de un proceso con todas las garantías y a que no viera vulnerado su derecho de defensa.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dictó entonces un nuevo auto, en julio de 2000, en el que se volvía a conceder la extradición pero incluyendo la salvedad impuesta por el Constitucional. Unos días más tarde, el 28 de julio, Giovanni Greco desapareció. Italia le reclamaba en un principio por dos causas, pero una de ellas quedó sin efecto, al ser absuelto en Italia de los delitos que se le imputaban. Por este motivo será entregado para que cumpla los 25 años que le impusieron los tribunales de Palermo y Milán.