Israelíes y palestinos reanudaron ayer las conversaciones de alto nivel para resolver la «crisis de la Natividad», mientras la violencia se cobró la vida de tres palestinos en Cisjordania y Gaza. Fuentes palestinas indicaron que la «crisis de la Natividad» podría resolverse en las próximas horas, al tiempo que el hasta ahora negociador jefe de la delegación palestina, Salah A-Tamre, dijo «hemos decidido posponer las negociaciones debido a que existen otros canales secretos de diálogo».
Un diplomático de la Unión Europea (UE) entrará en la Basílica de la Natividad en Belén para intentar una mediación destinada a poner fin al estancamiento de las negociaciones, indicó un importante responsable europeo. Asimismo, fuentes diplomáticas occidentales confirmaron que EE UU y la UE median para finalizar la crisis cuanto antes.
Se estima que en la basílica quedan refugiados un centenar de palestinos, entre ellos un número indeterminado de hombres armados, así como 34 religiosos desde el pasado 2 de abril, cuando las tropas israelíes cercaron el recinto religioso.
Mientras, el primer ministro de Israel, Ariel Sharón, que llega hoy a Washington para entrevistarse con el presidente George W. Bush el martes, trae sus propias ideas respecto a qué es lo que se debe tratar en la Conferencia sobre Oriente Medio que se prepara, quizá, para finales de junio.
Además de sus «ideas», que tendrán muy poco que ver con las del líder palestino Yaser Arafat, Sharón, según ha explicado él mismo a su Gabinete, trae a Washington un documento de unas 100 páginas que apoya su tesis de que Arafat está directamente vinculado a las acciones terroristas.
El Gobierno de EE UU ha comenzado a rebajar las expectativas sobre los resultados de una conferencia de paz para Oriente Próximo que se celebraría el próximo mes de junio en un lugar aún por determinar.