TOMEU GARCIES/LLUÍS PLANAS
Las inundaciones provocadas por la última torrentada han generado
ya duras críticas contra la Conselleria de Medi Ambient en algunos
de los municipios afectados. Estos reproches apuntan a un
deficiente mantenimiento de los torrentes y sobre todo a la falta
de limpiezas. De hecho, algunos de los desbordamientos se culpa en
buena parte de exceso de vegetación y suciedad en los cauces. En sa
Pobla, el alcalde, Jaume Font, ha sido el primero en cargar contra
la conselleria de Medi Ambient. Jaume Font recuerda que «la
situación hubiese sido mucho peor si la conselleria no hubiese
limpiado algunos puntos, eso sí, después de que, desde el
Ajuntament insistiéramos mucho».
El alcalde de sa Pobla echa en cara al Govern la falta de previsión y el nulo apoyo encontrado el día de la torrentada para controlar la situación. Así explica que tuvo que ser el Ajuntament desde donde se avisara con urgencia a una brigada del Ibanat para que se retirase un gran árbol del puente de hierro de la Albufera y que hubiera obstruido el torrente de Sant Miquel. En Muro también ha habido quejas vecinales y del Ajuntament. En este caso la crítica ha venido motivada por la inundación del puente que atraviesa el torrente de Almadrà y que comunica con el término de sa Pobla.
La construcción se obstruyó por la suciedad y el caudal lo sobrepasó, pero además se desbordaron y anegaron algunos huertos cercanos. El Ajuntament reclama desde hace años la construcción de un nuevo puente mucho mas grande, sin resultado. Además critica que se hayan hecho limpiezas de este tramo del todo insuficientes. En Caimari los vecinos criticaron la falta de canalización del agua desde el pueblo hasta el Torrent Gros. Este proyecto no se ha llegado a ejecutar y la carretera de Lluc se inunda y, a la vez, se anegan las fincas vecinas.
Josep Gomila, alcalde de Alaró, donde se produjeron estragos por la lluvia, han reconocido que el torrente de Solleric bajaba cargado de suciedad y vegetación. A pesar de ello no ha querido responsabilizar a este hecho de los desbordamientos.
Las carreteras se abren y recuperan la
normalidad
Con la desaparición de la lluvia y la bajada de nivel de los
torrentes de la Isla, las principales carreteras cortadas por el
agua se fueron ayer reabriendo al tránsito. La única vía que
permaneció cerrada ayer durante buena parte del día era la
carretera de Es Murterar, a causa del desbordamiento de la
Albufera. El nivel del agua había bajado pero hacía muy peligroso
el tránsito de vehículos. La carretera Lluc-Caimari, la de Santa
Maria-Bunyola, y las tres que se cortaron en Alaró ya funcionaban
con normalidad.