El túnel de Sóller también sufrió ayer las consecuencias de la tromba de agua. De las paredes del paso subterráneo salía el agua a chorros en varios tramos como consecuencia de la filtración de la lluvia a través de las vetas de la montaña. Esta situación provocó la alarma en algunos conductores, pero no hubo que lamentar ningún incidente grave. Un portavoz de la empresa señaló que se trabaja para solucionar el problema, pero indicó que esta filtración puede durar varios días. La inundación de parte de la calzado obligó a la compañía a desplazar a vigilantes dentro del túnel para controlar el tráfico.
En la localidad de Sóller, como en otras muchas de la Isla, la intensa lluvia provocó un aumento del caudal de todos los torrentes del Valle. Aunque se temió el desbordamiento, al final no se produjo. La empresa de Ferrocarril suspendió ayer por la mañana el servicio de tranvía hasta el Port para evitar accidentes.
En la zona del Port varias embarcaciones sufrieron daños al ser golpeadas por el fuerte oleaje. La Cruz Roja tuvo que ayudar a varias personas para que amarrasen sus barcas. En la zona del barranco de Biniaraix también se produjeron, como consecuencia de la intensa lluvia, desprendimientos de piedras, por lo que la policía aconsejó que no se utilizase esta subida. Por la tarde se cerró el tráfico del Coll de Sóller por desprendimientos y se pidió precaución en el tramo de Deià y en el Puig Major.