Las pruebas de ADN efectuadas al cadáver hallado la pasada semana en un apartamento de Salou han confirmado que se trata del cuerpo de la niña de 9 años Tamara Navas, que desapareció el 3 de marzo de 2001 cuando jugaba con su patinete en una plaza junto a su domicilio. Fuentes de la Guardia Civil han explicado que las pruebas de ADN efectuadas de forma comparativa a partir de dos piezas dentales extraídas al cadáver y de la saliva de la madre han permitido concluir que el cuerpo hallado es el de la niña desaparecida con un 99'89 por ciento de probabilidad.
El albañil Joan Miquel Cerrillo, de 45 años e inquilino del apartamento donde fue encontrado el cadáver de la niña dentro de una bolsa de plástico, está encarcelado desde el pasado fin de semana en la cárcel de Tarragona pese a que insiste en que él no mató a la niña. El cadáver de la niña fue descubierto el pasado día 21 en el apartamento de Cerrillo por sus propios compañeros de trabajo que fueron encargados de realizar la limpieza del piso por encargo de la propietaria, que se quejó de la suciedad en la que vivía el albañil.
Éste dio permiso a su jefe para que enviara una brigada de limpieza, lo que ha sorprendido a los investigadores, puesto que el detenido era conocedor de la existencia del cadáver en la bolsa. Las pruebas que han permitido establecer la identidad del cadáver se han conseguido comparando el ADN de la saliva de la madre de Tamara Navas con dos dientes del cadáver. Las muestras de la saliva de la madre ya se enviaron cuando desapareció la menor al departamento de Medicina Legal, Toxicología y Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, donde extrajeron el perfil de ADN para incluirlo en el banco de datos del denominado programa «Fénix».
Una vez los forenses extrajeron las piezas dentarias al cadáver, el pasado lunes se enviaron al departamento de Biología del Servicio de Criminología de la Guardia Civil de Madrid, que ha comparado su ADN con el de la saliva de la madre y ayer se confirmó con un 99'89% de fiabilidad, «maternidad prácticamente probada», según el término oficial, que el cadáver de Salou es el de la niña Tamara Navas Saldaña. La desaparición de la menor conmocionó a la turística población de Salou, cuyos vecinos se han manifestado en varias ocasiones en apoyo de los padres de la niña, que siempre sospecharon que su hija había sido secuestrada y que llegaron a ofrecer cinco millones de recompensa por alguna información que diera con su paradero.
El apartamento donde fue hallado el cadáver, en la calle Mayor de Salou, se encuentra cerca del domicilio de la familia Navas Saldaña y de la plaza de donde fue secuestrada su hija. El Ayuntamiento de Salou celebró ayer tarde un pleno extraordinario para expresar el pésame de la localidad por la muerte de Tamara Navas, y después se convocó una concentración como muestra de duelo y de solidaridad con los padres. El alcalde de Salou, Esteve Ferran, transmitió ayer la trágica noticia a los padres de Tamara Navas.