Un emotivo funeral por el alma de Francisco Orejana, el cabo de la Guardia Civil que murió en Palmanova, se celebró ayer en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Andratx. Poco antes de las siete de la tarde el sargento Leyva, comandante del cuartel de Andratx, donde estaba destinado Francisco Orejana, se encontraba en la explanada de la iglesia para recibir a las autoridades. Llegó toda la plana mayor de la Comandancia de Palma, un centenar de guardias uniformados, muchos otros de paisano y agentes ya jubilados. También acudió la alcaldesa de Andratx, Margalida Moner, con todo su equipo de Gobierno y la totalidad de representantes de la oposición.
También asistieron los responsables de la Jefatura Superior de Policía de Palma, de la Policía Local de Calviá y de Andratx y de Protección Civil. Como es costumbre en Andratx primero se dio el pésame a los familiares y después se celebró la misa, en la que el coro parroquial hizo varias interpretaciones. El párroco, Pep Toni, dijo en la homilía que todos los presentes se habían reunido para rezar por el alma de Francisco Orejana.
La iglesia estaba practicamente llena y, además de todos los compañeros del Cuerpo, políticos y representantes de otros cuerpos de seguridad, asistieron amigos y vecinos de la localidad, donde el cabo estaba destinado cuando fue asesinado. El acto resultó muy emotivo y entre muchos de los asistentes se notaba que contenían las lágrimas por la emoción y en recuerdo del compañero fallecido. Los familiares de Francisco Orejana, que llegaron a la Isla para asistir al entierro y el funeral, quieren agradecer a través de Ultima Hora las atenciones recibidas.