Un motorista de 16 años de edad, vecino de Inca, falleció ayer tarde en Son Dureta después de que fuera arrollado por un vehículo en la carretera de Inca, en dirección a Alcúdia. De acuerdo con los datos facilitados por el centro de emergencias del 112, el accidente ocurrió a las 12.05 horas en la calle Fray Junípero Serra, muy cerca del parque de bomberos de Inca. Un coche de la marca Ford Focus conducido por el pívot del Drac Inca Kelby Stuckey perdió el control y se estrelló contra el ciclomotor del adolescente, que salió despedido.
Según parece, David Pastor Espade perdió el casco durante la caída y su cabeza se estrelló violentamente contra el asfalto. El joven quedó tendido en medio de la calzada inconsciente, sangrando por las orejas y en estado gravísimo. Cuando los primeros sanitarios de una ambulancia se trasladaron hasta el lugar del siniestro confirmaron los peores augurios y procedieron a estabilizar las constantes vitales de David, para evitar que muriera antes de poder ser atendido en un hospital.
Finalmente el muchacho fue evacuado hasta Son Dureta, donde se comprobó que el traumatismo craneal había sido muy importante y su estado era crítico. Al cierre de esta edición el motorista se debatía entre la vida y la muerte y finalmente murió. David es hijo del propietario del bar restaurante Magila y se trata de una familia muy conocida y apreciada en Inca, donde la noticia del atropello ha causado una gran conmoción. Además, se da la trágica circunstancia de que el conductor responsable del accidente es un conocido jugador de baloncesto del equipo Drac-Inca.
El Bàsquet Inca expresa su «impotencia» ante el
suceso
El Bàsquet Inca, a través de su presidente Sebastià Penya, expresó
su «enorme impotencia» ante el suceso en el que se ha visto
involucrado Kelby Stuckey, uno de los jugadores integrantes de la
plantilla profesional del club. El mandatario de la entidad, que
poco después de ser informado del incidente acudió al hospital de
Son Dureta acompañado del vicepresidente Joan Rubert, el gerente
Antoni Maura, el técnico José Luis Oliete y el propio Stuckey,
comentó que «es uno de los peores momentos de mi vida y la verdad
es que todos estamos destrozados». Sebastià Penya añadió que «lo
peor de estas cosas es asumirlas; el jugador está completamente
destrozado y lo único que podemos hacer es esperar a ver como
evoluciona todo». El presidente del club de es Raiguer no quiso
profundizar en los detalles del accidente argumentando que «ahora
mismo lo importante es que hay un joven que se debate entre la vida
y la muerte; su familia está completamente destrozada, Kelby
Stuckey también lo está y nosotros también estamos profundamente
afectados. Lo único que podemos es hacer es ponernos a disposición
de la familia y ayudar en todo lo que sea posible». Poco después de
estas declaraciones el joven murió.