El regreso de decenas de miles de personas a la devastada ciudad congoleña de Goma complicó ayer la operación de auxilio puesta en marcha tras la erupción del volcán Nyriragongo, en el este de República Democrática de Congo.
La Oficina Humanitaria de la Unión Europea (ECHO) calculó que decenas de miles de personas que permanecían refugiadas en la localidad ruandesa de Gisenyi cruzaron a lo largo de la jornada de ayer la frontera para volver a Goma, donde no existen condiciones de subsistencia. «Naciones Unidas está muy preocupada por el éxodo hacia Goma, ya que además de no haber comida y de que existe la posibilidad de nuevas erupciones, el aire esta contaminado por los gases tóxicos emanados de la lava, que aún no se ha solidificado», advirtió Laura Melo, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA).