La Comandancia de la Guardia Civil de Balears ha abierto una investigación interna para conocer cómo una perturbada de 17 años que viajó ex profeso desde Sabadell pudo colarse el pasado día 29 de diciembre en las instalaciones del Palacio de Marivent, tras comentar en la puerta que quería ver a su «novio». En realidad, la demente pretendía encontrarse con el príncipe Felipe, por el que siente fascinación.
La joven, que desde hace un tiempo se encuentra en tratamiento psiquiátrico y sufre perturbaciones severas, reside con su familia en la localidad barcelonesa de Cerdenyola del Vallès y el sábado 29 de diciembre tomó un vuelo en el aeropuerto del Prat con destino a Palma. Eran las 10.45 horas y la muchacha llegó antes del mediodía a la Isla. Su pista se pierde hasta las 16.00 horas, cuando se presentó en la puerta principal del Palacio de Marivent. El acceso "y el interior" está custodiado por la Guardia Civil, pero la desconocida consiguió entrar tras explicar que quería ver «a su novio». Los funcionarios de guardia supusieron que se trataba de la compañera de uno de los hijos del conserje y tras identificarla a través de su DNI la dejaron entrar.
La muchacha deambuló durante más de veinte minutos por el recinto privado, sin que nadie detectara su presencia, hasta que finalmente fue descubierta por el conserje en el edificio denominado Masía, destinado a los mandos del Servicio de Seguridad de la Casa del Rey. El empleado, de inmediato, dio la voz de alarma y los efectivos policiales de guardia interceptaron a la sospechosa. Tras registrarla de forma minuciosa se pudo comprobar que no portaba arma alguna entre sus ropas y acto seguido sus datos fueron trasmitidos a la Comandancia de Palma, para que se investigara si contaba con algún tipo de antecedentes o ficha policial.
Este extremo fue descartado tras algunas gestiones y finalmente la Guardia Civil se puso en contacto con los padres de la joven, en su domicilio de Cerdenyola del Vallès, y éstos quedaron tremendamente sorprendidos con la noticia. La perturbada ya se encuentra en su casa y ahora la Benemérita ha abierto una investigación interna para tratar de determinar las responsabilidades en lo que se antoja como un gravísimo fallo en el sistema de seguridad del palacio, que presumiblemente es uno de los recintos más protegidos de la Isla.