La Policía Judicial de la Guardia Civil, en colaboración con el Servicio Marítimo, se ha intervenido de una treintena de títulos náuticos obtenidos ilegalmente y que supuestamente eran expedidos por una escuela de Pollença. La investigación policial se inició hace un tiempo, cuando los funcionarios descubrieron que numerosas personas conseguían el título de patrón de barcos u otro similar de una forma irregular, al parecer entregando burdas fotocopias en la documentación pertinente. La pista llevó hasta una escuela náutica de Pollença y los agentes, finalmente, procedieron a la detención del responsable, cuya identidad no ha trascendido. El profesional se pasó tres días en los calabozos y luego quedó en libertad, pendiente de juicio.
La investigación de la Benemérita sigue en marcha y avanza lentamente, ya que hay que localizar a cada una de las personas que consiguió el título de forma irregular. Según parece, los alumnos interesados en estos título náuticos, en supuesta connivencia con la escuela, obtenían las licencias convalidando títulos con fotocopias. Por ejemplo, el título de patrón mayor de cabotaje equivale al de capitán y el de patrón de cabotaje se puede corresponder con el de patrón de yate. De esta forma, con documentos alterados y fotocopiados, el interesado podía acceder a estas licencias.
Las modalidades que se imparten en las escuelas son las de patrón de recreo, patrón de yate y, por último, capitán. Equivaldría, en un símil médico, al ATS, licenciatura y doctorado, y generalmente la mayoría de los alumnos se interesan por el primer grado, es decir, por el de patrón de recreo, con el que se pueden pilotar embarcaciones de menos de 12 metros. Para conseguir la titulación hay que superar un test de 65 preguntas, con un margen de error del 30%. El temario y las prácticas duran entre tres y cuatro meses y luego, si el interesado desea seguir, debe estudiar otros seis meses para el patrón de yate y aproximadamente un año para el de capitán.
Con la documentación falsificada el título se podía obtener casi al instante, como un mero trámite y la Benemérita ha constatado que al menos un centenar de personas, de todas las localidades de la Isla, acapararon las licencias irregulares. Treinta de estas documentaciones han sido recuperadas y se está rastreando el resto.