El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma ha impuesto una condena de tres años y seis meses de prisión a un seguidor «ultra» del Real Mallorca, que agredió a un joven anarquista por un solo motivo: sus ideas y principios no coinciden.
El tribunal, en una sentencia de apelación, no ha hecho más que confirmar un fallo anterior que dictó el juez Antoni Rotger, que impuso esta larga condena contra Francisco Andebuela Manresa. Con esta decisión el acusado tendrá que ingresar en prisión, aunque de momento no lo ha hecho y continúa disfrutando de libertad. El joven se convertirá en el primer «ultra» mallorquín que va a la cárcel por la agresión a otra persona de una ideología distinta a la suya.
Los hechos no son recientes, sino que se produjeron el día 16 de agosto de 1997. Esa tarde se había disputado un encuentro de fútbol en el estado Luis Sitjar, en el que Andebuela, que presidía el grupo «Ultras Mallorca», asistió como seguidor del equipo. Por la noche el joven salió a tomar unas copas con unos amigos. El encuentro entre el «ultra» se produjo en el tramo que enlaza el Passeig Marítim y la calle Joan Miró. La víctima explicó en el juicio que aquella noche acudió a tomar unas copas con un grupo de amigas a un bar de Gomila. Al abandonar el local el grupo, compuesto por cuatro personas, salió caminando en dirección a la calle Joan Miró. Sin embargo, se dieron cuenta que se acercaba hacia ellos un vehículo de color oscuro, que subía a toda velocidad por la calle. El coche, al pasar junto al grupo, redujo bruscamente la velocidad. Según declara probado la sentencia de la Audiencia, el acusado viajaba en el asiento de copiloto del coche.
De pronto, el presidente de los «ultras» sacó la mitad de su cuerpo por la ventanilla del vehículo y lo hizo armado con un bate de béisbol. Cuando se encontraba a la altura del joven anarquista le dio un golpe con el bate, provocándole una grave lesión en el brazo. El conductor, una vez logrado el objetivo, aceleró el vehículo, dándose a la fuga. Sin embargo, los testigos lograron identificar a la persona que manejaba el bate y todos ellos coincidieron al señalar que se trataba de Francisco Andebuela Manresa.