El piloto de un ultraligero, de matrícula alemana, logró salir ileso tras realizar un aterrizaje forzoso en la pista del aeródromo de Son Bonet. El tren de aterrizaje del aparato no se accionó y por ello el piloto tuvo que realizar este arriesgado aterrizaje, en el que por fortuna sólo hubo que lamentar daños materiales.
El suceso ocurrió alrededor de las 15.30 horas. Dos naves de idénticas características habían salido horas antes del aeropuerto de Perpinyá. El primer ultraligero aterrizó en la pista de Son Bonet sin ningún tipo de problemas. Sin embargo, el piloto del otro aparato detectó un fallo mecánico, ya que el tren de aterrizaje no descendía. El piloto alemán comunicó este incidente a la torre para que se pusiera en marcha el dispositivo de emergencia. El piloto descendió con precaución y consiguió que el aparato tocara tierra con el morro, que se deslizó por la pista durante varios metros. Con ello consiguió tomar tierra sin que resultara herido. Sin embargo, los daños en la parte delantera del aparato fueron muy importantes. La pista permaneció cerrada durante una media hora. Se da la circunstancia que al tratarse de un aparato de poco peso pudo ser sacado de la pista con la ayuda de varias personas, sin que se precisara la intervención de una grúa.
Al lugar de los hechos acudió una patrulla de la Guardia Civil, que se hizo cargo de tomar la filiación del piloto, así como averiguar las circunstancias del accidente. Responsables de aviación han iniciado una investigación.