A diferencia de las últimas fiestas de la patrona, cuando la Guardia Civil de Palma celebró su festividad con lluvia o frío, ayer un día espléndido acompañó los actos de la Virgen del Pilar que se celebraron en la Comandancia de la calle Manuel Azaña, con la asistencia de las primeras autoridades políticas, militares y religiosas.
La delegada del Gobierno, Catalina Cirer, presidió la festividad acompañada del coronel de la 17 Zona de la Guardia Civil de Balears, Cristóbal Santandreu. El obispo Teodor Úbeda ofició la ceremonia que se celebró en el patio de las instalaciones beneméritas, en medio de un dispositivo espectacular de seguridad coordinado como siempre por el Grupo de Información. Santandreu, que en la actualidad realiza en Madrid un cursillo para ascender a general, se refirió en su alocución a los «últimos sucesos mundiales», en referencia al conflicto de Afganistán, y, además, hizo un balance positivo de su primer año al frente de la Benemérita.
Cirer, por su parte, destacó que la Benemérita «evoluciona» según los tiempos, pero insistió en que «hay algo que siempre permanece: el espíritu benemérito en la Guardia Civil», así como sus valores universales. Como anécdotas de la jornada, fue comentada la ausencia del jefe superior de policía, Eduardo Pérez Extremera, mientras que la presencia de Francesc Antich supuso la primera vez que un presidente autonómico asiste a la festividad de la Benemérita.
Lista de condecorados
El guardia civil primero Luis Ledesma y los guardias Antonio
Lancharro, Francisco Vigara y Juan Antonio Faus fueron condecorados
por el mayor alijo de hachís intervenido hace algunos meses. La
orden del mérito del Cuerpo recayó en el capitán Reina Riutord, el
sargento Tomás Sastre, el cabo primero José Luis Fernández, el cabo
primero Antonio Lucio Serrano y los guardias Pedro Rafael Fuentes,
Sebastián Morales, José María Fernández, Cecilio Serra, Javier Rey
y Bartolomé Bauzá. El subteniente Miguelez, el guardia primero José
López y el guardia Lorenzo Cerdá recibieron una metopa dedicada al
pasar a la reserva y Nuria Valverde fue galardonada por su labor
civil.