«Esto es bochornoso y tercermundista. En s'Aranjassa estamos indignados porque después de once días desde las inundaciones los campos de los alrededores siguen anegados, pero con el problema añadido de que el agua estancada ha atraído a miles de mosquitos y tememos que se produzca una epidemia». Vecinos de ese núcleo de población de Palma, próximo al aeropuerto y a Llucmajor, consideran que esta situación es «lamentable e indigna de los tiempos que corren».
Miquel, uno de los vecinos, explica que las lluvias dejaron unos 130 litros por metro cuadrado, lo que originó que grandes extensiones de terreno quedaran inundadas: «La tierra estaba seca porque no había llovido en todo el verano y el agua quedó empantanada», apunta. No es la primera vez que algo similar ocurre en s'Aranjassa, aunque en esta ocasión la lluvias fueron tan copiosas que el nivel del agua estancada superó el nivel alcanzado en otras tormentas. En los días siguientes el sol volvió a brillar y las temperaturas aumentaron, lo que motivó la llegada masiva de miles de mosquitos, molestos y peligrosos para la población que reside en la zona. «Durante estos días hemos estado esperando que el ayuntamiento o algún político se interese por nosotros, pero la verdad es que nadie hace nada para drenar los campos y cada día hay más mosquitos. Tenemos mucho miedo de una infección o de una epidemia, pero se ve que somos ciudadanos de segunda categoría y no interesamos a nadie», añadió Xisca, otra de las residentes en la zona.
Otro vecino relata que «es muy molesto tener que cerrar siempre las ventanas por miedo a que entren mosquitos» y añade que «en algunas fincas el agua estancada provoca un hedor insoportable, que llega hasta el pueblo». Asimismo, los residentes se quejan del estado del Camí de sa Siqui.