El Cuerpo Nacional de Policía ha organizado un importante operativo ante la sospecha de que el general croata retirado, Ante Gotovina, podría estar en Mallorca. Gotovina es uno de los dos ciudadanos croatas reclamados por el Tribunal Internacional de la Haya, acusado de crimenes contra la humanidad. A raíz del partido de fútbol celebrado el pasado martes en Son Moix entre el Mallorca y el Hajduk Split, las autoridades croatas se pusieron en contacto con la Jefatura del CNP de Palma, e informaron de que se había detectado que Gotovina tenía previsto desplazarse a la Isla para presenciar en directo el partido de vuelta, clasificatorio para la Champions. A partir de ahí la Brigada de Información preparó un dispositivo en el que intervinieron decenas de inspectores y, en general, se alertó a todo el servicio de seguridad policial que acudió aquella noche al estadio.
Policías vestidos de paisano se fueron colocando en lugares estratégicos y en los accesos al estadio de Son Moix había agentes controlando la llegada de los croatas. Incluso, en un momento dado se creyó haber localizado al general, pero se trató de una falsa alarma. Fue cuando un grupo de jóvenes aficionados del Hadjuk, con un hombre mayor, hacían cola para entrar al estadio. El rostro del hombre mayor era casi idéntico al de la fotografía que tenían los policías de Ante Gotovina, por lo que fue retenido pero después se le dejó libre al confirmarse el error.
El gran dispositivo policial pasó inadvertido para la inmensa mayoría de asistentes al partido, debido a que como queda dicho en el mismo muchos de los policías que participaron iban vestidos de paisano y se mezclaron con los aficionados, y también porque los incidentes en el partido de ida aconsejaron que se aumentara la presencia policial en Son Moix, y a esta causa se atribuyó por parte de los aficionados la mayor presencia de agentes y el hecho de que el helicóptero del CNP sobrevolara la zona durante el partido. A pesar de que el general no fue localizado el «día crítico», tampoco se descarta de lleno que hubiera venido a la Isla, y que al comprobar el dispositivo montado haya retrasado su regreso a Croacia.
En relación a la presencia de aficionados croatas, un numeroso grupo de ellos que llegaron a la Isla por vía marítima ocasionaron destrozos en el buque correo y fueron protagonistas de desagradables altercados. Debido a ello, una vez finalizado el partido y cuando se disponía a embarcar para regresar a la Península, la policía les retuvo sus pasaportes en previsión de que se repitieran los incidentes y poderlos así tener a todos controlados. Los pasaportes les fueron entregados cuando desembarcaron en la Península.