Manuel González, el jubilado que falleció en la tarde del jueves en una cochera de Ses Salines a consecuencia de una violenta explosión, parece ser que estaba manipulando la cabeza de un proyectil de 20 mm. sin saber que se trataba de un artefacto explosivo. Tal y como informó Ultima Hora en su edición de ayer, la víctima residía en la calle Francesc de Borja Moll de Ses Salines, a la entrada del pueblo, y muy cerca de la vivienda se encuentra la cochera donde trabajaba cuando se produjo la explosión.
El hombre, de 49 años, había quedado inválido de una pierna a raíz de un accidente y se había jubilado como funcionario del ayuntamiento de la localidad. Sus vecinos explicaron que era «un auténtico manitas» que para ocupar su tiempo solía acudir al estercolero del pueblo en busca de objetos y utensilios con los que luego realizaba molinos y otras obras artesanales. La principal hipótesis policial es que la víctima encontró algo que le llamó la atención y esa tarde se lo llevó a la cochera. Se trataba, al parecer, de una cabeza de proyectil de 20 mm., quizás utilizado durante la Guerra Civil española, aunque el hombre en realidad desconocía que era un artefacto tan peligroso.
Los investigadores creen que colocó esa pieza en un tornillo y la presionó, lo que provocó una tremenda detonación que le alcanzó de lleno el pecho y provocó que cayera fulminado al suelo, ya sin vida y con restos de una especie de metralla en el tórax. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor y los GEDEX (Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos) de la Comandancia de Palma se han hecho cargo de las diligencias para aclarar el suceso y ayer por la mañana el forense Javier Alarcón le efectuó la autopsia.
Los encargados del caso han descartado que se trate de una bomba, ya que en ese caso las heridas en el cuerpo de la víctima hubieran sido más acentuadas y la cochera habría resultado seriamente dañada. El fallecido y su familia son muy conocidos y apreciados en Ses Salines, donde la noticia de la explosión ha causado alarma y pesar entre los vecinos. Manuel González era peninsular, pero llevaba muchos años en Mallorca y sus hijos son nacidos en la Isla. Los restos del artefacto hallados en la cochera están siendo analizados y en breve se determinará si se trató de un detonador.