La Audiencia de Palma ha ordenado al juzgado de Ciutadella que reabra la investigación sobre el doble asesinato que se cometió en Menorca el 15 de noviembre de 1993 y que le costó la vida a una pareja de traficantes de drogas. Por este caso hay dos personas en prisión cumpliendo cada uno 56 años de condena. Se trata de Luis Alberto Santamaría y Juan Carlos Rodríguez Hernández, que fueron declarados culpables de este doble asesinato, no como autores directos, sino como cooperadores necesarios. La sentencia de la Audiencia de Palma, dictada hace casi cuatro años, ordenaba que se tomara testimonio a once personas que habían declarado durante el juicio, porque se sospechaba que habían mentido y que no habían contado todo lo que sabían sobre este asesinato. Sin embargo, pese al tiempo transcurrido, el juzgado de Ciutadella no había iniciado ninguna diligencia ni tomado declaración a ninguna de estas once personas.
Esta orden de reabrir el caso coincide con la huelga de hambre que inició hace ya 55 días Juan Carlos Rodríguez. Este implicado anunció que mantendría esta medida de protesta mientras no se reabriera el caso y se buscara a las personas que, según él, fueron los autores del asesinato de los dos traficantes de drogas, que murieron en la finca de «Bella Pintada». Ante la decisión de la Audiencia al ordenar que se reabra el caso, el abogado Emilio Pérez Vecino, que representa a Juan Carlos Rodríguez, intentará convencer a su cliente que desista de su actitud, ya que de momento ha conseguido su propósito y, además, si mantiene esta huelga de hambre su vida puede correr serio peligro. De hecho, Juan Carlos, que está internado en la prisión Topas de Salamanca, se encuentra ingresado en la enfermería de la cárcel y hasta ahora ya ha perdido más de 20 kilos de peso, al llevar tanto tiempo sin tomar alimentos sólidos.
Los jueces consideran que Juan Carlos había sido la persona que le proporcionó a Luis Alberto Santamaría la escopeta con la que se asesinó a las dos víctima, aunque él lo niega. La única esperanza de que el acusado pueda salir de prisión es que se celebre un nuevo juicio y se logre destapar a los verdaderos asesinos que, según han apuntado los dos implicados, fueron dos guardas jurados. Los dos condenados cumplen ya una sentencia firme y pasarán un largo periodo de tiempo en la cárcel si este nuevo juicio no se celebra y se comprueba que ellos no asesinaron a las dos víctimas, que habían viajado a Menorca para concretar una operación de narcotráfico.