Un individuo esquizofrénico armado con un cuchillo de cocina entró ayer en un colegio cercano a Osaka y asesinó indiscriminadamente a cuchilladas a ocho escolares de corta edad.
Hasta el momento se desconocen los motivos del autor del ataque ocurrido a primera hora en la Escuela Primaria de Ikeda, al oeste de Japón, donde estudian setecientos alumnos de seis a doce años.
Pero la televisión pública NHK informó de que el atacante, identificado por la policía como Mamoru Takuma, declaró a los agentes que había tratado de suicidarse en repetidas ocasiones y al no conseguirlo optó por atacar a los escolares para ser condenado a muerte. La pena capital en la horca existe en Japón desde hace siglos y se aplica en diecisiete ofensas del Código Penal vigente.
Según la policía, Takuma, un individuo de 37 años con un historial de enfermedades mentales y bajo los efectos de una sobredosis de tranquilizantes, entró en el colegio durante un descanso y comenzó a apuñalar a los estudiantes de varias aulas con un cuchillo de quince centímetros.
Dos de los niños murieron en el acto y los otros seis fallecieron en los hospitales adonde fueron enviados. El atacante hirió además a dieciocho niños y a tres profesores, siete de ellos de pronóstico grave.