Una chispa procedente de una máquina radial, en una obra que se realizaba junto a una zona forestal, provocó ayer un incendio de grandes dimensiones en Alcúdia, que requirió de un contundente despliegue de medios para ser controlado. A las doce del mediodía el centro de emergencia del 112 fue avisado de que se había declarado un siniestro forestal en la carretera Palma-Alcúdia a la altura del kilómetro 49, junto a la gravera de Can Sion.
El fuerte viento dificultó desde el principio la extinción de las llamas, a pesar de que medio centenar de personas -entre efectivos de bomberos, Ibanat, Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil y voluntarios- se desplegó con rapidez por aquel paraje. Una de las principales preocupaciones eran los chalets próximos y, sobre todo, sus moradores. Al menos dos familias fueron evacuadas como medida preventiva, aunque finalmente el fuego no alcanzó las viviendas.
Otra dificultad añadida fue que el siniestro forestal de Alcúdia coincidió con otro, de mayores proporciones, en Eivissa, que dejó Mallorca sin cobertura aérea. Sin embargo, cuando la situación fue delicada se decidió que un «dromader» volara hasta Alcúdia para colaborar en las tareas de extinción. Un portavoz de Protección Civil explicó que una de las casas contaba con un depósito de gas propano, por lo que la vigilancia entorno al recinto se extremó para evitar males mayores. A las 16.45 horas el centro de emergencia informó de que el incendio estaba controlado y que sería extinguido definitivamente entre la noche de ayer y la mañana de hoy. Las llamas han calcinado cerca de diez hectáreas de pinar y monte bajo y han devastado, además, las líneas eléctricas de aquel paraje.