«Nunca quise hacerle daño. Le di insecticida a mi hijo para llamar la atención de los médicos, que no me hacían caso». María del Pilar G.B., la joven de 20 años que fue detenida el pasado año en Palma acusada de intentar envenenar a su hijo, fue juzgada ayer en la Audiencia. Debido a que sufre una enfermedad mental, el fiscal Gabriel Rul.lan solicitó que la mujer esté ingresada durante cinco años en un centro psiquiátrico. El abogado defensor Juan Carlos Peiró se opone a que su clienta ingresa en un centro, y apuesta por un tratamiento ambulatorio.
La joven fue detenida en el mes de marzo del pasado año después de llevar a su hijo al hospital porque tenía problemas para respirar. Los médicos detectaron que el menor, que tenía sólo un año, había ingerido un insecticida mezclado con agua. La mujer contó que estaba «desesperada», y que no «sé que pasó, pero le di un poco de insecticida con una jeringuilla en la boca al niño». La joven insistió en que nunca quiso hacerle daño al menor. «No quería matarle. Creía que sólo se encontraría mal y así lograría que los médicos le atendieran mejor».
Los médicos que han estudiado la situación mental de la acusada han coincidido en que sufre una esquizofrenia, aunque los forenses tampoco descartan que padezca el «síndrome de Munchausen», que es una enfermedad mental que motiva que la persona que la padece haga daño a sus seres queridos para después desvivirse en su cuidado. Tras la detención la acusada ya estuvo seis meses en el Hospital Psiquiátrico de Palma. La mayoría de médicos apuesta por un tratamiento ambulatorio, porque se trata de una enfermedad mental incurable y no es necesario que el enfermo esté internado en un centro.