J.JIMÉNEZ
Durante más de dos horas cinco jóvenes de edades comprendidas entre
los 20 y los 30 años quedaron atrapados en el ascensor de una
edificio de la calle General Riera de Palma, según informó ayer un
portavoz del Cuerpo Nacional de Policía. La intervención policial
se inició a las doce y media de la medianoche del viernes, cuando
los vecinos de la citada finca se pusieron en contacto con la
centralita telefónica del 091 para informar de que un grupo de
personas había quedado atrapada en el elevacargas. Un responsable
de la empresa que había instalado el ascensor se desplazó hasta el
número 5 de General Riera e intentó, infructuosamente, que las
puertas se abrieran sin necesidad de recurrir a la fuerza. El
operario revisó el sistema pero finalmente no pudo hacer nada.
El Cuerpo Nacional de Policía, llegado este momento, decidió contactar con el parque de bomberos y solicitar su colaboración, que se prolongó hasta las tres y cuarto de la madrugada, cuando por fin los cinco jóvenes fueron rescatados. Las tareas de emergencia, con todo, no fueron fáciles y fue necesario romper el tabique del entresuelo, perteneciente a una inmobiliaria, para llegar hasta los cinco afectados.
Los jóvenes se encontraban en perfecto estado de salud y no fueron trasladados a ningún centro sanitario. Cuando se entrevistaron con los policías comentaron que habían subido a la cabina y, de improviso, ésta había caído. Los motivos del incidente no han trascendido, pero las fuentes consultadas indicaron que se barajan dos posibilidad: por una parte, que el ascensor tuviera capacidad para tres o cuatro personas y hubieran subido más y, por otra, que hubiera acontecido una avería o un fallo técnico.
Las servicios de los bomberos para rescatar a personas atrapadas en ascensores son habituales, pero generalmente no se prolongan por largo espacio de tiempo. Cuando se interrumpe el fluido eléctrico o hay apagones el número de este tipo de salidas se dispara.