Kevin Cusell Orellana, el niño de doce años que hace algunos días sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo en su casa de Eivissa, falleció ayer por la mañana en el Hospital de la Fe de Valencia, según confirmaron fuentes sanitarias.
Se da la circunstancia de que el padre del pequeño, agente de la Policía Local de la ciudad, se encontraba de guardia ese día y fue él quién recibió la llamada alertando del accidente. Las causas del siniestro no están demasiado claras, pero la víctima parece ser que jugaba con un aerosol en el lavadero, cuando se declararon las llamas. Desde el jueves permanecía en estado crítico y ayer se produjo el fatal desenlace.