-J.F.MESTRE
Un abogado de Palma, que había sido expulsado por el Colegio
Oficial, ha sido declarado culpable de un delito de estafa y ahora
tendrá que cumplir cuatro años de cárcel. Se trata de Bernardo
Cabot Elías de Quirós, de 62 años de edad, que cuenta con amplios
antecedentes penales por delitos de estafa y apropiación indebida.
El acusado, pese a que no podía ejercer la profesión de abogado al
no estar inscrito en el Colegio, engañó a unos clientes y, bajo el
pretexto de un asesoramiento jurídico, se apoderó de más de siete
millones de pesetas en concepto de provisión de fondos de pleitos
que, teóricamente, había presentado en los juzgados de Palma.
La sentencia del tribunal de la Sección Primera de la Audiencia explica que la persona engañada es un constructor, que entró en contacto con Bernardo Cabot a finales del año 1998 al realizar unas obras en el edificio en el que vivía el acusado. Cabot se presentó como abogado y ofreció al empresario sus servicios profesionales, ocultándoles que no se hallaba colegiado. El constructor, según detalla la sentencia, no sospechó de la maniobra del acusado y le mostró su confianza para que le representara en varios pleitos, particulares o de la empresa, que precisaban un técnico en asesoramiento jurídico. Bernardo Cabot, al no tener despacho propio, se entrevistaba con su cliente en la oficina de la constructora, o en un bar. Solía visitar a su único cliente a primera hora de la mañana, con el pretexto de que después tenía que desplazarse por los juzgados.
Con este engaño, el acusado logró que el empresario le entregara varias sumas, bien en dinero en metálico o en cheques, como provisión de fondos de una serie de pleitos que iba a iniciar. Según la sentencia, el abogado obtuvo casi ocho millones de pesetas, dinero que no dedicó a los pleitos, sino que lo destinó a su bolsillo.