«Lamento profundamente lo ocurrido y vamos a reforzar las medidas de seguridad en Nazaret para que estos hechos no se vuelvan a repetir». Josefina Sintes, la responsable de Benestar Social del Consell Insular de Mallorca, compareció ayer por la mañana ante los medios de comunicación para explicar las circunstancias del secuestro del bebé y anunciar que desde el CIM se va a abrir una investigación para depurar responsabilidades.
Sintes contó que la pequeña desaparecida ingresó en el centro asistencial de la calle Joan Miró el pasado día 4 «a petición de su madre». Poco antes la criatura había pasado dos días en paradero desconocido, tras ser secuestrada por su padre, que fue detenido por la Guardia Civil. Sintes añadió que desde este organismo se asumió, en primer lugar, la guarda del bebé, pero luego también se obtuvo la tutela, dadas las circunstancias especiales que concurrían, con los dos cónyuges inmersos en un cruce de acusaciones y amenazas. «Los martes y los jueves la madre podía visitar a su hija, de cinco a ocho de la tarde. El martes llamó al director del centro y le pidió cambiar la hora de visita, a las 15.00 horas», relató la responsable del CIM, que lamentó que la criatura esté siendo utilizada como moneda de cambio en la guerra de la pareja.
La madre, en efecto, se presentó en Nazaret a la hora fijada, pero accedió por otra puerta al interior del recinto y luego subió al primer piso. Sin ser vista se coló en la habitación de su hija y la sacó de la cuna. Con igual sigilo salió del centro, aunque entonces fue detectada por una cuidadora y echó a correr, con la niña en brazos. Desde ese momento se perdió la pista a la madre e hija y se interpuso una denuncia en el Cuerpo Nacional de Policía. Sintes mostró su esperanza de que la pequeña sea localizada en breve y apuntó la posibilidad de que se encuentre en la casa de su madre, en Cala d'Or, y reconoció que las consecuencias de este caso serán graves e inmediatas: «Estamos estudiando prohibir las visitas en el centro para que no se repita la historia».