El hijo de Peter Smiddy, el turista inglés que desapareció el pasado lunes cuando realizaba una excursión en el Puig Tomir, en Escorca, llegó ayer a Mallorca para estar con su madre en estos momentos tan difíciles para la familia e interesarse por los resultados de la búsqueda.
Durante el día de ayer continuó el operativo para localizar al turista, del que no se tienen noticias desde hace seis días, y que fue igualmente infructuoso. Desde la Guardia Civil de Palma no se ha anunciado cuando finalizará la búsqueda, pero todo hace indicar que no durará muchos días más. Las esperanzas de hallar con vida a Peter Smiddy son casi nulas, sobre todo si se tiene en cuenta que se adentró en la montaña con ropa de verano, sin comida y desconociendo ese terreno. Los investigadores no descartan que se despeñara o sufriera una insuficiencia cardiaca.