El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, declaró ayer en Palma, en el transcurso del «Primer Foro Sobre el Fraude Con Tarjetas Bancarias», que es partidario de modificar el Código Penal para perseguir y castigar adecuadamente este tipo de delitos con tarjetas. El congreso, que finalizó ayer tarde, ha contado con la asistencia de jueces, fiscales, policías y guardias civiles, entidades financieras y otros expertos en fraude con tarjetas de crédito y ha sido organizado por Europay Internacional.
Àngel Benseny, el director de gestión de riesgo para el suroeste de Europa, explicó que el fraude con tarjetas bancarias en comercios de España fue, durante el año pasado, de 45 millones de euros (aproximadamente unos 7.500 millones de pesetas) y añadió que la mayoría de tarjetas empleadas en este tipo de delitos son de entidades de países como Alemania, Inglaterra, Holanda o EEUU.
Benseny facilitó datos sobre este tipo de fraude, en el que destaca que el 60 por ciento de las estafas se realizan con tarjetas robadas, el 30 por ciento con tarjetas manipuladas o falsas y el 10 por ciento a través de Internet. Precisamente el fraude en la red va en aumento y es uno de los aspectos que más preocupa a los ponentes del foro que se ha desarrollado en Palma. El director de gestión de riesgo, que se congratuló de que el 90 por ciento de los expertos en este tipo de fraude hayan formado parte del foro, concluyó que en otros países "caso de Gran Bretaña" se están imponiendo nuevos dispositivos de seguridad que complican sobre manera la actividad de los delincuentes y anunció que está previsto que este tipo de medidas de seguridad se pongan en marcha en España en cuatro años.
Fungairiño, por su parte, destacó las conclusiones a las que se han llegado en el foro "el primero de estas características que se celebra en Europa" y sobre todo «que la prevención y la seguridad son muy importantes y es allí donde hay que hacer hincapié». El fiscal jefe explicó que «a los tribunales sólo llega una mínima parte del fraude con tarjetas de crédito», pero insistió en que es necesario perseguir todos y cada uno de estos delitos. Por último, concluyó que «pese a todo, los delincuentes no lo tienen tan fácil como parece».