Un incendio que se declaró de madrugada por causas no demasiado claras destruyó por completo un coche aparcado en Palma, afectó a otro y causó graves desperfectos en el garaje de un edificio, según confirmaron ayer fuentes del Cos de Bombers.
El siniestro se inició a las 5'20 horas en la calle Pere II, a la altura del 11. Un Seat Ibiza que se encontraba estacionado frente a una señal de vado permanente quedó envuelto en llamas con gran celeridad y casi al mismo tiempo en el garaje de enfrente empezó otro fuego. Los vecinos del edificio, alarmados, dieron aviso a la Policía Local y al Cos de Bombers, que cortó la calle e inició las tareas de extinción. Las llamaradas alcanzaron dimensiones preocupantes y dañaron a un Ford Fiesta. Una hora después la situación quedó controlada, y los vecinos que habían bajado a la calle por temor a resultar intoxicados pudieron regresar a sus domicilios.
El Cuerpo Nacional de Policía también compareció en el escenario del incendio, próximo a la calle Manacor, y los funcionarios tomaron declaración a varias personas para aclarar lo ocurrido. Un dato que llama la atención es que junto al garaje aparecieron restos de combustible, que podría corresponderse con gasolina o queroseno. De esta manera, no está claro si el incendio se inició en el coche y luego las llamas se colaron por debajo de las barreras y llegaron al líquido inflamable, provocando aquel desastre; o si, por otra parte, el siniestro se declaró en el garaje. Sea como fuere, los daños fueron cuantiosos. Los vecinos han denunciado que en los últimos meses otros tres coches de la zona han ardido de madrugada en extrañas circunstancias.