P.M./J.J.
El poblado de Son Banya clama justicia por el asesinato de Àngel
Pozuelo, de 16 años. La noticia del crimen comenzó a llegar al
poblado la tarde noche del pasado lunes y ayer, entre los
residentes, circulaban distintas versiones de lo ocurrido. A nivel
policial el caso se sigue investigando y ya se ha tomado
declaración a media docena de personas, en su mayoría vecinos de la
calle Tomàs Rul·lan, donde se produjeron los hechos la noche del
sábado al domingo. A media mañana de ayer los inspectores del Grupo
de Homicidios se desplazaron al lugar y efectuaron una
reconstrucción de los hechos, tratando de clarificar algunos
datos.
De ahí se ha confirmado que el asesinato se produjo en el mismo lugar donde se encontró el cuerpo del menor en estado crítico. También se ha aclarado que el ruido del motor de un coche que arrancaba a toda velocidad se escuchó la noche anterior al crimen. La policía piensa que Àngel Pozuelo se desplazó al lugar en un ciclomotor, aunque del vehículo no se ha encontrado ni rastro. Con respecto a la posibilidad de que este asesinato se hubiera cometido en venganza por el doble crimen de Son Banya, por el momento no hay ningún dato que apunte en este sentido, aunque tampoco se descarta de manera tajante.
En la calle donde se cometió el crimen había una furgoneta de color blanco con manchas de sangre. El vehículo, que fue objeto de una inspección, es propiedad de un vecino que nada tuvo que ver con lo ocurrido. La línea de investigación que se sigue es la de un ajuste de cuentas por un asunto relacionado con la compra venta de drogas. Àngel Pozuelo, como ya se informó en la edición de ayer, tenía su hogar familiar en el poblado de Son Banya, aunque según algunos vecinos y la propia policía 'iba y venía', hecho que pone en evidencia el tipo de vida que llevaba, cuando menos inusual a su edad. Otro dato que se ha apuntado desde Son Banya es el de que hacía unos cuatro días que no había aparecido por la casa.
El fallecido era sobrino de 'El Jeromo', detenido por el doble crimen de Son Banya y personaje relacionado con asuntos turbios. Sin embargo, otro tio del menor, José Amaya, es el presidente de la Asociación Etnia Gitana de Mallorca y persona que nada tiene que ver con el mundo de la droga. El padre del fallecido, Àngel Pozuelo, cumple condena en la cárcel de Palma y ayer fue informado de lo ocurrido. Es previsible que el hombre pueda obtener un permiso para salir al entierro de su hijo.