Pablo Campos Maya, considerado uno de los traficantes de droga más importantes de Palma, que está huido de la Justicia desde hace cuatro años, podría estar planteándose su entrega. Esta decisión podría estar relacionada con una reciente sentencia del Tribunal Supremo en la que se absuelve a Antonio Cabreja Lobo, uno de sus más estrechos colaboradores, que fue condenado por la Audiencia de Palma a cumplir doce años de cárcel por su relación con un alijo de siete kilos de cocaína.
Por este caso «El Pablo» fue procesado en rebeldía, porque el juez entendió que fue él quien desde la cárcel de Valencia (cumplía condena por tráfico de drogas) daba las órdenes a sus colaboradores. Sin embargo, el Supremo considera que no se ha demostrado la relación de Cabreja Lobo con esta droga, y por tanto mucho más difícil será demostrar la de Pablo Campos, a quien tan sólo le implican unas conversaciones telefónicas, interceptadas por la Guardia Civil, que el tribunal entiende que son imprecisas y muy ambiguas. Además de este caso, el traficante de La Soledat también está pendiente de otro asunto, en el que también se le relaciona con una partida de un kilo de heroína, por la que fue condenado su «mano derecha», Antonio Sánchez, «El Cololo».
En próximos días está previsto que el Supremo estudie este asunto y sus abogados confían en que la sentencia también sea exculpatoria. Pese a que no se sabe dónde se encuentra en estos momentos «El Pablo», el fugado mantiene contactos con sus allegados, y está muy interesado por conocer el resultado de estos dos asuntos por los que también fue procesado. En uno de ellos también se relacionó a su mujer. Si las sentencias le son favorables, según confirmaron fuentes próximas a su círculo, Pablo Campos estaría dispuesto a entregarse. Ingresaría en prisión para cumplir las dos sentencias que le quedan, que suman más de 25 años de prisión. Después quedaría libre.
La fuga de «El Pablo» provocó un gran escándalo. El traficante cumplía 14 años de cárcel y lo hacía en Valencia. Sin embargo, en pocos meses obtuvo el tercer grado y sólo acudía a la cárcel a dormir. En el mes de octubre de 1997 fue de nuevo juzgado en la Audiencia de Palma y en esas fechas se le relacionó con el kilo de heroína. Pese a que el fiscal pidió que se le ingresara en prisión, el tribunal no lo consideró necesario. El traficante aprovechó la indecisión de los jueces para huir de la Justicia.