La carretera de s'Esglaieta, entre la carretera de Valldemossa y Palmanyola, fue el escenario de un accidente mortal que aconteció a primera hora de la tarde de ayer. La víctima, Ramón Martínez de la Cruz, de 22 años, quedó atrapado en la cabina y los bomberos tuvieron que rescatar el cuerpo ya sin vida.
El camión Ebro matrícula PM-8478-AB, perteneciente a una conocida empresa de congelados y conducido por el joven, circulaba a la altura del kilómetro 3 de esa carretera cuando por causas desconocidas perdió el control y se salió de la calzada. Eran, aproximadamente, las 13.45 horas y Ramón Martínez dio un volantazo y pudo incorporarse a la vía, pero la brusquedad de la maniobra provocó que el camión volcara y se arrastrara sobre el asfalto, hasta que colisionó contra una furgoneta Opel Combo que circulaba en sentido contrario.
El choque fue frontal y el que se llevó la peor parte fue Ramón Martínez, cuyo cuerpo quedó atrapado en la cabina en estado crítico. José Ambrosio Simonet, de 53 años, el otro conductor, resultó con golpes y lesiones de pronóstico leve y no fue necesario que quedara ingresado en ningún centro hospitalario. El subsector de Tráfico de la Guardia Civil, los servicios sanitarios y dos vehículos del parque central de bomberos del polígono de Son Castelló se desplazaron con urgencia al punto kilométrico de la carretera PM-114, que quedó momentáneamente cortada.
Los médicos comprobaron que el único ocupante de la empresa de congelados ya había fallecido y los bomberos, tras arrancar el techo, rescataron el cadáver. La empresa funeraria lo trasladó hasta el instituto anatómico forense, mientras que la Guardia Civil analizó las circunstancias del accidente y confirmó que el camión había perdido el control en un tramo curvo. Sin embargo, las causas del siniestro no están todavía determinadas. El atestado, una vez finalizado, será remitido a la autoridad judicial.