La afición al juego de Emilio L.P., el hombre que ayer por la mañana asesinó a su esposa y luego se suicidó en Barcelona, fue probablemente la causa de la separación de la pareja hace poco más de un mes y del desequilibrio mental que padecía desde hacía un tiempo, según varios vecinos. Emilio asesinó de dos disparos con una escopeta de cañones recortados a su ex mujer en las inmediaciones del domicilio que ella ocupaba desde que ambos se separaron, en el barrio del Guinardó de Barcelona.
Los vecinos de la confluencia de la avenida Virgen de Montserrat con la calle Siglo XX han escuchado hacia las 6:20 horas dos tiros precedidos de los gritos de socorro de una mujer, y minutos después, han escuchado otro tiro seco, el que se ha disparado en la cabeza el asesino.
La afición al juego de Emilio L.P., de 60 años y natural de Galicia, parece ser la causa de la tragedia. La mujer, a la que todos conocían como «Tere», se dirigía precisamente a su trabajo -vestía el uniforme de la panadería- cuando su ex-marido, del que vivía separada desde poco antes de las pasadas Navidades, la abordó en la calle y la mató. El hombre, pintor de profesión, recorrió aún un centenar de metros, dobló la esquina y se disparó en la cabeza frente al número 38 de la calle Varsovia.
El matrimonio tenía cuatro hijos, un chico y tres chicas de entre 20 y 30 años, el pasado viernes habían sido abuelos por primera vez. Los vecinos se mostraron consternados por el drama.