La Policía Local de Palma precintó ayer, por indicación de la juez del Juzgado de Instrucción número 5, el solar en el que se asentaba el antiguo hotel Tívoli, parte de cuyo edificio se desplomó el pasado viernes y causó la muerte de dos trabajadores. La juez Ana San José ordenó a la policía que impidiera el acceso a las ruinas mientras los técnicos no inspeccionen el lugar de los hechos y descubran qué causas provocaron este suceso.
Según confirmaron fuentes policiales, esta inspección técnica no se realizará hasta mañana lunes. Durante el día de ayer una brigada de los bomberos de Palma acudió al lugar donde se desplomó el edificio, no para realizar una inspección, sino para comprobar si había algún andamio que amenazara con caerse y tirarlo para evitar que se produjeran heridos.
Numerosas personas se concentraron desde primera hora de la mañana de ayer frente a la puerta del hotel y quisieron ver de cerca el derrumbe. La mayoría coincidía en que, pese a que se habían producido dos muertes, las consecuencias hubieran podido ser aún mayores. «Menos mal que casi todos los obreros estaban en la otra parte del edificio, y no en la zona que se vino abajo, porque ahora estaríamos hablando de muchos más muertos».
Algunos técnicos de la construcción manifestaron su opinión y, aunque ninguno sabe la causa exacta de lo ocurrido, casi todos coincidían en que se había realizado un mal estudio técnico para ejecutar la reforma. «Yo no sé qué ha pasado, pero desde lejos ya veo que los andamios que utilizaban no están autorizados por la Unión Europea. No sé cómo no se realizan más inspecciones y se toman medidas para evitar estas desgracias», comentó uno de los expertos, que señaló «que hubiera sido mucho mejor tirar todo el edificio y volverlo a levantar. Seguro que no se habría producido ningún derrumbe. Ahora tendrán que dar explicaciones el arquitecto y el constructor».