La pasada madrugada falleció Ana Torres Maqueño, de 29 años de edad, que el pasado martes por la noche fue trasladada al hospital de Vall d'Hebron de Barcelona, con quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo. Estas lesiones se las provocó un amigo, un marroquí de 50 años llamado Mohamed A., que se encuentra detenido en el Hospital General, recuperándose de quemaduras en los brazos. El individuo le arrojó a la mujer un líquido inflamable sobre sus ropas y a continuación le prendió fuego. Las quemaduras fueron tan graves que desde el primer momento los médicos se mostraron muy pesimistas, predicciones que después se cumplieron al confirmarse su muerte. Los médicos intentaron paliar el insoportable dolor que padecía la mujer untándola de crema sobre las quemaduras y manteniéndola sedada.
La policía regresó ayer al lugar donde se cometió este homicidio. Se trata de un taller de confección de marroquería situado en el número 22 de la calle Josep Zaforteza Musoles, en la barriada de es Rafal, en Palma. Los inspectores de la Policía Científica recogieron ayer muestras del material inflamable que el agresor arrojó sobre la mujer, que posiblemente pueda tratarse de pegamento que utilizaba el detenido para confeccionar las prendas de piel. Ayer se confirmó que la mujer no vivía con el agresor, sino que convivía con su marido y que ella tenía una hija de siete años de edad. El matrimonio y la menor residía en un piso de la calle Cap Blanc, en la barriada de Son Roca.
La policía investiga la relación que mantenía Ana Torres con Mohamed A. Fuentes próximas a la investigación señalaron que el detenido era un viejo conocido de la familia y la policía ha podido confirmar que conocía al marido de la víctima, porque había estado numerosas veces en su domicilio de Son Roca. Los investigadores comenzaron ayer a tomar declaración a los testigos de este crimen, en su mayoría vecinos de es Rafal.