EFE-GIRONA
El hallazgo ayer de dos nuevos cadáveres de los excursionistas que
se vieron sorprendidos el pasado sábado por una fuerte ventisca en
el Pico del Balandrau, donde aún permanece sepultada bajo la nieve
una mujer, ha confirmado la peor tragedia montañera ocurrida en el
Pirineo Oriental en los últimos 30 años.
De certificarse la muerte de Maria Àngels Belsa, de 47 años, la única excursionista que aún no ha sido encontrada, el balance de muertos ocasionado por la brusca y huracanada ventisca que barrió el Pirineo el pasado fin de semana se eleva a 12 personas. Los equipos de rescate localizaron ayer los cadáveres de Helena Fernández Usac, de 36 años, y de Mónica Gudayol, de 27, mientras que ha sido infructuosa la búsqueda de Belsa, que, al parecer, padecía problemas de visión.