Un total de 143 personas ha perdido la vida en las carreteras de Balears a lo largo del año que concluyó la pasada Nochevieja. En 1999 fueron 154 las víctimas mortales, según los datos estadísticos facilitados desde la Jefatura de Tráfico. Por tanto, y pese a que las cifras de siniestralidad en las carreteras son espectaculares, el 2000 terminó con once fallecidos menos en las carreteras que el año anterior. De esta cifra de víctimas mortales se desprende que cerca del 40% de las personas fallecidas son jóvenes que no superaban los 25 años de edad.
La estadística, un año más, continúa siendo dramática, pero afortunadamente los accidentes con víctimas mortales se ha reducido cerca de un siete por ciento entre 1999 y el año recién finalizado. La clave de este «descenso» de número de víctimas se encuentra en los meses de julio y agosto, en donde la cifra de personas fallecidas fue sensiblemente inferior al del mismo periodo del año anterior. Por islas, Mallorca acumuló el mayor número de fallecidos, con 128, mientras que en Menorca se registraron 10 (uno más que en todo 1999), y en las Pitiusas, 5 (tres menos que el año anterior).
Cada año la incidencia del turismo en la siniestralidad es mayor, debido a que el parque móvil de alquiler aumenta de forma considerable y el número de veraneantes que se pone al volante también sufre un elevado incremento. En este sentido, en el 2000 han sido cuatro los vehículos de rent a car implicados en accidentes mortales. Otro de los datos a tener en cuenta, y que incide especialmente en la estadística, hace referencia a los ciclistas que han resultado fallecidos al ser arrollados por coches y que a lo largo de este año fueron seis.