Un camión cisterna de 16 toneladas cargado con gas propano causó la alarma ayer en Esporles al quedar semivolcado en un camino rural, según explicaron en fuentes de la Guardia Civil. Al final, la rápida intervención de bomberos, Benemérita y Protección Civil evitó que la carga reventara y se registrara un auténtico desastre.
Minutos antes de las diez de la mañana la Comandancia de la Guardia Civil fue informada de un accidente con un camión de butano en las proximidades de la fábrica La Fiore, entre Valldemossa y Esporles. Cuando los efectivos beneméritos llegaron al lugar comprobaron que el camión, en realidad, no se había accidentado, sino que estaba a punto de volcar en el camí de ca n'Antich. Según parece, el margen había cedido a consecuencia de las últimas lluvias y el camión quedó en una difícil situación. Una grúa intentó sacar del atolladero al vehículo de carga, pero fue imposible. A las once y veinte minutos el jefe de servicios de Protección Civil acudió al camino rural y poco después el sargento de los bomberos alertó del riesgo que se corría si la carga de gas propano no era trasvasada.
Finalmente, una grúa de gran tonelaje alzó literalmente el camión de Repsol mientras los bomberos arrojaban agua sobre el depósito para enfriarlo y evitar que se resquebrajara. De esta manera el camión pudo ser retirado del angosto camino y pasadas las doce del mediodía la tranquilidad volvió al camí de ca n'Antich. El capitán del subsector de Tráfico se desplazó personalmente a Esporles para seguir de cerca las labores de rescate, que no fueron sencillas y se prolongaron por espacio de casi tres horas. Hace poco más de un año otro camión cisterna quedó semivolcado en el arcén en s'Esglaieta, muy cerca del mismo lugar, y también se registró la lógica alarma al tratarse de un cargamento de gas propano.